Nos indica que si las cosas no se dan de la forma en que pensábamos, deberemos esforzarnos más para obtener el resultado deseado. Todo nace cuando el profeta musulmán les dijo a sus discípulos que llamaría a una montaña, que ésta se acercaría y que, desde su cima, daría un discurso. Como lo prometido no ocurrió, Mahoma (570-632) caminó hacia la montaña mientras profería aquellas memorables palabras. Este relato no figura en ningún libro religioso ni tampoco procede, como podríamos imaginar, del folklore musulmán. Fue ideado por el filósofo inglés Francis Bacon (1561-1626), pionero del método experimental en cuestiones científicas, con el fin de ejemplificar un concepto de sus teorías.
SI LA MONTAÑA NO VIENE A MAHOMA, MAHOMA VA A LA MONTAÑA
26 mayo, 2010 por sergiodomingo
Deja una respuesta