Otro dicho campero muy descriptivo. Proviene de la costumbre de acumular y trasladar frutos y verduras en los carros tirados por bestias o personas. En tal situación, podríamos decir que los melones de la frase, más allá de que no hayan sido colocados correctamente, cuando se inicie la marcha se deslizarán y cada uno encontrará una posición determinada. Incluso si alguno se cayera, no hay que lamentarlo. Apunta a los casos en que hay que comenzar una acción de inmediato, sin darle más vueltas, pues sobre la marcha se ajustarán los detalles que sean necesarios y el que no se acople quedará en el camino .
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