Se dice de las personas que, debajo de una apariencia humilde o inocente, en verdad ocultan malas intenciones. La fuente, una vez más, es la Biblia. En ella hay un pasaje muy conocido en el que Cristo (0-33) advierte a sus discípulos acerca de la llegada de los falsos profetas, personas que astutamente y con buena oratoria, desvirtuando la palabra de Dios o alterando su correcta interpretación, engañarán a mucha gente persiguiendo fines egoístas y perversos. El texto es el siguiente: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero que por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7:15-16). Esopo (h 600 AC), consagrado fabulista nacido en Frigia, había ideado una historia en la que un lobo se disfrazaba con la piel de una oveja para pasar inadvertido entre los corderos. Pero su treta no prosperó y fue devorado por sus propios hermanos de especie.
Deja un comentario