Frase armada de tal forma que permita una simple rima en su remate (ladrón con perdón). Es evidente que esta expresión popular convalida lo que habitualmente se ha entendido como un delito, el robo. Su contenido echa un manto de piedad sobre aquel que ha tomado lo que no le pertenece, siempre y cuando la víctima del robo sea un reconocido ladrón o estafador. Se advierte que aquí se impone un criterio social bastante extendido y es aquel que apunta a que no siempre hay que esperar la intervención de la justicia oficial o bien que no está del todo mal perjudicar a alguien que se la ha pasado perjudicando a otros.
UN LADRÓN QUE ROBA A OTRO LADRÓN, TIENE CIEN
1 junio, 2010 por sergiodomingo
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