Dicho común que se expresa de diversas formas, tales como se subió al caballo o no te subas al caballo. Aquel que se sube al caballo es una persona a la que el poder, la fama o el dinero le cambió el modo de actuar, pues ahora experimenta y demuestra los efectos de una posición de privilegio. A veces, la frase se concluye diciendo: …que te podés caer, para indicar que no hay garantías de ostentar la condición actual de por vida. La actitud del individuo en cuestión se asimila con la de aquel hombre que, subido a su caballo, alcanza una posición ventajosa respecto de los que están a pie o, al menos, mira al resto desde un nivel superior.
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