Si una persona, o un grupo de personas, alcanzó éxitos notorios en su profesión o actividad, puede que atraviese luego por una etapa de menor rendimiento y pretenda retomar la senda de los triunfos. Ahí es cuando se dice que debe o quiere “reverdecer los laureles”, esto es, volver a cobrar notoriedad. Se recordará que las ramas de laurel ya eran utilizadas en la antigüedad para coronar a los ganadores en ciertas disciplinas, particularmente, en el deporte y en la guerra. Pero, como toda planta, con el paso del tiempo se marchita, por eso es preciso demostrar de forma constante la vigencia, para hacerse acreedor de nuevos y más verdes laureles.
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