Es arbitrar los mecanismos necesarios, que estén a nuestro alcance, para torcer el curso de las cosas en la dirección pretendida. A veces, cobra cierto sentido maquiavélico, cuando las intenciones no son muy santas o bien las formas empleadas no gozan de legalidad. Esto nos lleva a pensar que el sujeto que manipula los hilos es un oscuro personaje, que se mueve en las sombras del poder, tomando decisiones clave o influyendo fuertemente en los que deciden. El concepto se funda en el accionar de las marionetas, muñecos sostenidos con los hilos que maneja una persona que no se encuentra a la vista de los espectadores. Para ilustrar el caso, contamos con un testimonio cinematográfico de alto vuelo: El Padrino, premiado filme de Francis Ford Coppola (1939). No recurro a esta película sólo por las características de Vito Corleone, sino también por el afiche con el que se promovió aquel largometraje en 1972. Detrás de la cara de Marlon Brando (1924-2004), sobre un fondo oscuro, se veían una mano y los hilos (como los de una marioneta) sosteniendo las letras que conformaban el título de la película. Para más datos buscar el afiche en internet.
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