Si hay algo que concede credibilidad a las personas, justamente, es “pregonar con el ejemplo”. Esta sentencia, haciendo pie en la más absoluta coherencia, nos advierte que sólo a partir de nuestras obras, de nuestro accionar en la vida, alcanzaremos un eco favorable entre las personas que nos rodean, pues si no somos capaces de cumplir o de hacer aquello que declamamos o recomendamos a los demás, nuestros conceptos caerán en el olvido. No obstante, si no alcanzase para crear conciencia y actitud en otros, basta para andar con la frente alta y poder hablar en cualquier momento y lugar, gozando de la transparencia de nuestra vida. Sí, mucha reflexión pero nada de origen de la frase. Podría vincularse, una vez más, con Cristo pero, si bien toda su enseñanza guarda estrecha relación con el concepto, no hay nada que nos indique que él sea su autor. Qué le va a hacer… algunas frases carecen de un nacimiento digno de ser contado.
Deja una respuesta